lunes, 25 de febrero de 2008

Pitagorismo

Amplio movimiento filosófico de origen presocrático basado en las doctrinas atribuidas a Pitágoras de Samos y sus discípulos más inmediatos. El pitagorismo propiamente dicho es el movimiento de investigación filosófica, matemática y mística desarrollado durante el siglo V a.C. por los discípulos de Pitágoras, aunque como tal movimiento se inició ya a partir de la primitiva secta filosófico-místico-religiosa fundada por Pitágoras en el siglo VI a.C. y, posteriormente, continuó durante varios siglos bajo la forma de neopitagorismo.

El principal problema que se presenta para el estudio del pitagorismo es el carácter secreto y cerrado de la primitiva secta pitagórica, agravado por el hecho de que Pitágoras mismo, o bien no escribió ninguna obra […] o bien no se conservan sus escritos. De hecho, los primeros escritos pitagóricos conocidos e importantes son obra de Filolao. Por ello es difícil señalar los límites entre sus enseñanzas y las doctrinas consideradas generalmente como pitagóricas. Esta dificultad se acentúa aún más si tenemos en cuenta que Pitágoras mismo fue ante todo el fundador de una secta místico-religioso-política de inspiración órfica en la cual la investigación matemática y filosófica y música estaba al servicio de las creencias religiosas. Como en toda secta, estaba muy extendida la tendencia a venerar al fundador, e incluso a atribuirle todos los descubrimientos y todas las doctrinas. Además, el carácter secreto y esotérico de esta secta impedía que sus doctrinas fuesen expuestas y difundidas al público no iniciado (Hípaso fue perseguido y asesinado por miembros de la secta por haber desvelado un secreto de geometría), de forma que esto acentúa aún más la dificultad de discernir qué se debe a Pitágoras y qué es obra de los llamados pitagóricos. Al parecer, se debe a Pitágoras mismo las doctrinas religiosas de la inmortalidad y de la transmigración de las almas, el descubrimiento de las relaciones entre la armonía musical, los acordes y las proporciones numéricamente expresables, así como los inicios de la matemática especulativa y la cosmología filosófica.

La escuela pitagórica subsistió durante mucho tiempo, y en su larga tradición se mezclan diversas doctrinas y teorías, algunas de las cuales pueden haber sido iniciadas en la época misma de Pitágoras, pero otras son, con toda seguridad, muy posteriores. Si a esto se añade que muchas de las doctrinas pitagóricas nos son conocidas a través del movimiento neopitagórico, y que en el período helenístico se escribieron gran cantidad de textos apócrifos atribuidos a Pitágoras, se ve la gran dificultad de un tratamiento riguroso del pitagorismo. Por ello, muchos autores consideran que, dejando aparte el neopitagorismo, debe entenderse por pitagorismo el conjunto del pensamiento de los que Aristóteles llama pitagóricos, reconociendo en este autor la autoridad y el conocimiento suficiente como para ceñirnos a la descripción que él nos ofrece.

Así, además de la filosofía atribuida a Pitágoras, el pitagorismo sería el conjunto de doctrinas de autores como Hípaso de Metaponto (al que algunos atribuyen el descubrimiento del llamado «teorema de Pitágoras»), Ecfanto, Hicetas, Filolao, Arquitas de Tarento y, aunque separándose un poco del conjunto de los otros autores, Alcmeón de Crotona. En su conjunto, estos pensadores siguen la tendencia místico religiosa general del pensamiento de Pitágoras, abogan por una vida ascética y por ritos de purificación, entendiendo el mismo cultivo de las matemáticas como camino de purificación moral. Conciben la naturaleza a partir de relaciones numéricas y, además, el número es para ellos el principio o arkhé y la materia de las cosas. La concepción pitagórica de los números está fuertemente marcada por el misticismo, y los consideran tanto responsables de la armonía que gobierna el cosmos, como elementos explicativos de las cualidades morales. De la misma manera que la armonía musical (expresable mediante relaciones numéricas) implica la unidad de una multiplicidad de sonidos separados entre sí por intervalos definidos, conciben el conjunto del cosmos como un todo ordenado por relaciones numéricas que forman la armonía del cosmos. Esto es así porque la naturaleza misma es mezcla de unidad y multiplicidad, de lo determinado y lo indeterminado, de lo finito y lo infinito, ya que todo está regido por los mismos principios del límite y lo ilimitado que rigen los números. Así, todo fenómeno es expresión sensible de las razones matemáticas.A su vez, los elementos de los números son lo limitado y lo ilimitado (lo impar y lo par respectivamente). Puesto que el Uno está compuesto de ambos, ya que, según los pitagóricos, es simultáneamente par e impar, es el fundamento último de carácter divino. Todos los números nacen del Uno y sus principios (lo limitado e ilimitado) generan una serie de principios de opuestos.

En su concepción política, de carácter elitista y aristocratizante, conciben la sociedad de sabios (que sigue la estructura de la misma secta pitagórica) como el modelo de la sociedad ideal. Su concepción de la ética está dominada por el dualismo órfico y por la creencia en la transmigración de las almas o metempsícosis. Defienden un modelo cosmológico según el cual la tierra no es el centro del cosmos, sino que gira, al igual que todos los otros cuerpos celestes, incluido el sol, alrededor de un fuego central. Contando este fuego central, más todos los otros astros conocidos, forman un conjunto de nueve cuerpos celestes, pero como consideran que el 10 es el número perfecto (1+2+3+4=10, y los cuatro primeros números son los que determinan las concordancias musicales), al que representan como un triángulo al que llaman tetraktys, incluyen en su modelo cosmológico un décimo cuerpo celeste, la anti-tierra, que por estar opuesta a la tierra, es invisible para nosotros. Por otra parte, las distancias entre las órbitas de estos cuerpos celestes, y el movimiento de éstos, forma una armonía cósmica o música de las esferas.

La figura de la divina tetraktys era utilizada por los pitagóricos como base sobre la que pronunciaban sus juramentos. Además descubrieron varias propiedades de los números. Así, por ejemplo, llamaron números cuadrados a aquellos que podían disponerse formando esta figura geométrica, como el 4, 9, 16, 25, etc. Es decir: Mientras que números como el 2, 6, 12, 20, etc. eran llamados números rectangulares. Este movimiento tuvo una gran influencia en la antigüedad, fundamentalmente sobre Platón, que fue influido por Filolao y, sobre todo, por Arquitas de Tarento, y cuyas orientaciones pitagóricas son especialmente visibles en el Timeo y sobre muchos de sus seguidores (que formaron la teoría de las ideas-números). Pero el pitagorismo ejerció también una perdurable influencia en la filosofía del Renacimiento, en las concepciones místicas sobre los números y en la tradición cabalista.

Diccionario de filosofía en CD-ROM. Copyright © 1996. Empresa Editorial Herder S.A., Barcelona. Todos los derechos reservados. ISBN 84-254-1991-3. Autores: Jordi Cortés Morató y Antoni Martínez Riu.